domingo, 14 de marzo de 2010

Preparad los ejercitos de vuestro intelecto.

En vísperas de la tormenta;


Mas que nunca quiero la guerra. Quiero todas mis fuerzas concentradas en un ataque sorpresa. El mundo, un enemigo mas. En su totalidad lo enfrento y me preparo para guerrear. La facilidad de hoy en día, es que sobre las lineas enemigas, y mas allá, no hay Guerreros. Solo soldados. Muñequitos de plomo, carne de cañón para las tendencias del marketing. La estrategia , el arte de la guerra, se ha tergiversado en mercadotecnia. El Budo se ha olvidado, los libros se han olvidado, la filosofía se ha reemplazado, las ideas se han abaratado y las revoluciones se han vuelto un nuevo genero del consumismo/escapismo. Ya no sabemos que hacer. El dolor, inevitable y solo tolerable para los individuos mas fuertes, se ha vuelto lugar común en mi vida. Desde precipicios y abismos, sobrevuelo con ansias de destrucción, destruir para crear algo superior. Paz y guerra, como un continuum del alma de un ser que no encuentra alivio en nada.



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